En el proceso que están viviendo las organizaciones para adoptar o transformarse a ágil existen principios que pueden resultar más o menos desafiantes que otros.
Este año hemos realizado diversas actividades de Educación y Consultoría, a través de las cuales hacemos la siguiente pregunta de los 12 principios ágiles: ¿cuál representa el mayor desafío para su organización? y hasta ahora el que ha obtenido un mayor puntaje es el principio número 10: la simplicidad.
El manifiesto Ágil dice que la simplicidad es esencial. La define como el arte de maximizar el trabajo no hecho.
Simplicidad es lo opuesto a complejidad o dificultad. Sin duda en el entorno complejo en que nos movemos y con la multiplicidad de fuerzas que impactan nuestras organizaciones, la simplicidad es la respuesta ante la complejidad y ambigüedad del entorno.
Esta respuesta refleja que la mayoría de los participantes perciben en especial que la burocracia es todavía uno de los grandes males de las organizaciones, el exceso de normas, control y regulaciones y las jerarquías sin duda impactan la velocidad de respuesta.
No podemos ser ágiles si no pensamos de manera ágil. El pensamiento de control sigue siendo dominante y eso se manifiesta a través de la forma en cómo se toman las decisiones, se diseñan los procesos y en cómo utilizamos el tiempo y hasta en cómo nos comunicamos.
Aligerar para que las cosas ocurran. Nuestras acciones se deben concentrar en aportar valor: Cuando ejecutamos un proceso o cuando desarrollamos un producto o documentamos o nos comunicamos, debemos tener presente hacerlo de manera sencilla.
Si deseamos que la organización se dirija hacia una cultura ágil es necesario el refuerzo o instauración de valores ágiles que sustituyan aquellos de control, burocracia o estabilidad que sean contrarios a la cultura que se desea instaurar.
Aplicar la simplicidad consiste en quitar lo obvio y añadir lo significativo, implica centrarse en trabajar únicamente en los aspectos fundamentales, los que dan resultados. Recuerda mientras más simple es una idea, servicio o producto, más personas están dispuestas a probarlo.
Debemos tomar conciencia que para enfrentar la complejidad del entorno debemos desarrollar soluciones y respuestas más simples y menos complicadas. Diseñar un sistema o un producto o una organización compleja siempre implicará más esfuerzo para mantenerla.
Quiero finalizar con la frase de Steve Jobs:
Con concentración y simplicidad. Lo simple puede ser mas difícil que lo complejo. Tienes que trabajar duro manteniendo tu mente clara para hacer las cosas simples. Vale la pena llegar hasta el final con esto, porque cuando terminas puedes mover montañas
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