Pasión por lo que hacemos: Determinante de nuestra felicidad

Vamos a continuar hablando sobre La FELICIDAD;  Anteriormente nombramos la palabra libreto; el libreto lo vamos a ver como aquellas cosas que ante los ojos de la sociedad está bien, y no me refiero a temas éticos, me refiero a lo que la sociedad considera el deber ser de la vida;  son aquellas cosas que sencillas o no, hacemos muchas veces por el que dirán, por quedar bien ante otros.

¿El «libreto» o nuestra felicidad?

El libreto solemos hacerlo pensando en los otros y no en nosotros mismos, muchas veces a costa de nuestra felicidad.   ¿Recuerden ustedes aquellas situaciones de su vida donde dejaron de hacer eso que tanto querían?, ¿estudiaron aquello que sus padres les sugirieron que hicieran, aunque su corazón les pedía a gritos otra carrera?, ¿Dejaron ir a ese(a) novio(a) que adoraban solo porque no era muy bien recibido en casa?, ¿pospusieron ese viaje familiar tan esperado, por lograr las metas de venta en la oficina?, ¿tu hija mayor te comparte sus sueños y la haces inmediatamente “recapacitar” porque la vida no es así?.

¿Qué nos apasiona realmente?

Muchas veces nos pasamos nuestra vida sin hacer lo que realmente nos apasiona.  Maria Clara en su libro, “La Gente Feliz es más exitosa” invita a dos personajes en su vida que los simboliza muy similar a como el Pato Donald  conversa con  dos personajes sobre sus hombros: su angelito y su diablito, cuando está en una situación importante de su vida.

El angelito lo podemos relacionar como la voz del corazón, esa voz que no juzga y que nos dice hágale, arriésguese, vibre, disfrute, cree, goce, es la voz de las virtudes, que permiten alcanzar ese justo medio, donde sencillamente nos  sentimos bien, donde no se lleva a nadie por delante, donde dentro de nosotros se siente plenitud, agradecimiento; y la otra,  es esa voz que está estructurada que tiene detrás muchas veces incorporadas las reglas sociales y el deber ser social y la que muchas veces cataloga las cosas como buenas o malas y es en la que muchas veces nos deja un vacío en nuestro  corazón, porque siempre a juicio de esta esta vocecita las cosas pudieran haber sido mejores, pudimos haber dado una talla más alta, también muchas veces en su afán de protagonizar aparece el EGO y todos los sentimientos contrarios a la Felicidad.   Y esto no tiene nada que ver con la mediocridad, por el contrario cuando hacemos las cosas que nos apasionan, las hacemos con ahínco, con felicidad, con GANAS.

No existen las verdades absolutas sino interpretaciones de la realidad

He aprendido que hay más de lo que pueda transmitirles hoy, porque mi aprendizaje abrió espacios más  allá de la razón y de lo que puedo comprender.  Aprendí que “la VERDAD” no existe, que construyo realidades, que interpreto, que cuento y que porto historias, y que mucho tiempo me quedé pegada a una sola historia acerca de mí misma, y también lo hice con los otros. Darme cuenta me abrió los ojos y el corazón.  Descubrí que la fe no tiene ni certezas ni garantías, que tiene que ver con la confianza, confianza en mí misma, en otros, en el universo, en el futuro.  Y descubrí que yo ya no podía vivir sin fe, el vacío era demasiado grande.

Aprendí que voy a seguir equivocándome, y por eso voy a seguir creciendo. Y lo voy a hacer desde dejarme llevar más por aquello que realmente me apasiona.

Vamos a cerrar este artículo con una frase de Steve Jobs:

“El trabajo va a ocupar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideren un trabajo extraordinario. Y el único camino para lograrlo es amando lo que hacen. Si no lo han descubierto aún, sigan intentando. No se conformen».

y a ti… ¿te apasiona tu día a día?, ¿qué propósito le ves a tu trabajo?

Déjanos tu comentario

es_ESSpanish