Certificación de calidad como elemento diferenciador

El comportamiento del mercado experimenta una serie de cambios trascendentales y continuos que modifican inevitablemente la forma de interrelación entre las organizaciones, los clientes y su entorno. Los conceptos de sociedad, política, economía, negocios y empresas, han sido impactados por profundos cambios en sus estructuras mismas, haciendo que las bases teóricas de un nuevo orden global, competitividad e innovación generen iniciativas de cambio en las esferas básicas de las organizaciones.

A raíz de esta coyuntura, las organizaciones para desarrollarse deben buscar imperiosamente la competitividad como baluarte de su operación y diseñar estrategias que contribuyan a generar ese valor agregado para marcar la diferencia en el mercado.

Con esta motivación, gestionar una organización bajo un enfoque basado en procesos, se convierte en una de las mejores prácticas, al consolidarse como una metodología imprescindible para identificar las interrelaciones de los procesos y como estos contribuyen a la eficiencia y eficacia de la organización, a incrementar el nivel de calidad de los productos y servicios, a lograr la satisfacción del cliente, al mejoramiento continuo del desempeño y por ende a logro de los objetivos estratégicos del negocio.

Cuando se gestionan los procesos en conjunto con una visión estratégica consolidada, la organización adquiere la madurez requerida para la certificación de calidad, la cual se convierte en:

• Elemento diferenciador para transmitir a sus clientes, la confianza necesaria sobre su desempeño y eficacia en la elaboración de sus productos y servicios; el cual facilitará el comercio entre las empresas, al superar las barreras técnicas causadas por la exigencia de requisitos específicos establecidos en los productos y servicios e involucra el mejoramiento continuo para aumentar la satisfacción de los clientes.

• Elemento que permite el acceso a nuevos mercados, al responder a la necesidad creciente de los compradores que buscan proveedores que demuestren su compromiso con la calidad a través de la certificación, entiendo por «Calidad», el grado de percepción que tiene el cliente acerca del cumplimiento de sus expectativas y requisitos de un producto y/o servicio.

Henka considera que eficiencia a través de los procesos y eficacia a través de la estrategia, implican conocerse a sí mismo y conocer el entorno. Entender, la base de conocimiento, el funcionamiento propio y del mercado, son factores cruciales para que una organización logre la efectividad que determina a la vez su competitividad.

Por ello y como pilares fundamentales de una gestión eficiente y eficaz del conocimiento (propio y del entorno), Henka considera que existen varias iniciativas organizacionales que deben desarrollarse e integrarse bajo el prisma de una estrategia común, tales como:

  • Análisis estratégico del negocio
  • Análisis, priorización de procesos, diseño y rediseño del Mapa de Procesos
  • Estrategia metodológica de documentación de procesos y prácticas de negocio
  • Homologación de los procesos del negocio
  • Mejoramiento y formalización de los procesos
  • Identificación  y optimización de los re-procesos
  • Formación de estrategia para el mantenimiento de los procesos
  • Diseño e implantación de indicadores estratégicos y operacionales
  • Iniciativas de educación a competencias organizacionales

Las cuales deben integrarse para que la información fluya transversalmente y se pueda gestionar, poniéndola así en función de la empresa en términos de conocimiento, dado que la información integrada, compartida y gestionada es conocimiento que permite maximizar la eficiencia de la operación y la eficacia de la estrategia, que es lo que hace a una organización verdaderamente inteligente, efectiva y competitiva.

Déjanos tu comentario

es_ESSpanish