Los verdaderos innovadores de la era digital hacen mucho más que un listado de capacidades tecnológicas. Saben que el éxito depende de una estrategia de negocio transformadora que rediseñe los procesos y haga uso adecuado del talento para conseguir una ventaja competitiva de la mano de la nueva tecnología.
En esta época totalmente enfocada en la tecnología, los líderes deberán moldear a la empresa para el cambio. Esto significará desarrollar nuevas habilidades, productos, metodologías y formas de trabajo más eficientes y ágiles.
El elemento que integra todo es la adopción del cambio a lo largo y ancho de toda la empresa. Si bien es cierto que la gente debe ser flexible y evolucionar al ritmo de la transformación digital; es fundamental no quedarnos en el cambio como una mera capacidad individual y en su lugar partir desde un análisis de impacto para conocer cómo la nueva tecnología impacta al negocio como un todo.
Migrar al modelo de la nube, por ejemplo, no solo genera cambios en la infraestructura tecnológica. El uso de recursos informáticos como un suministro más, igual que si se tratara de la electricidad o del teléfono, impacta los procesos de negocio (forma de almacenar, acceder y compartir la información), cargas de trabajo, gobernabilidad, fundamentamento en la toma de decisiones, perfil del trabajador, estructura organizativa, entre otros.
Una de las expresiones más claras de este impacto es la aparición de área del negocio (gestión humana, ventas, mercadeo, entre otras) como consumidores directos de servicios basados en la nube y también como elementos influyentes en las estrategias de TI de las empresas.
En este sentido, la relación entre la empresa y TI cambia radicalmente.
Esto requerirá de parte del equipo de TI:
- Nuevos enfoques para el liderazgo
- Capacidad de alinear la estrategia de TI con las prioridades comerciales de la empresa de una manera ágilmente.
- Estar preparados para los cambios mientras las líneas de negocio sigan introduciendo innovaciones continuamente en la organización
- Estar al día en todo tipo de innovaciones, ofertas y servicios de tecnología externa que puedan tener un impacto en la competitividad de la empresa.
Solamente, empleando un enfoque sistémico y holístico, se podrán identificar las habilidades que necesita desarrollar la fuerza de trabajo. Alinear los elementos organizacionales será clave para aprovechar la tecnología y elevar el desempeño del negocio.
En este sentido, se hace evidente que la tecnología, por sí sola, no agrega valor ni bastará para impulsar a las organizaciones hacia sus nuevos objetivos estratégicos. Las empresas sostenibles en el tiempo serán aquellas que estén en la capacidad de reinventarse para impulsar la innovación y el cambio continuo.
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