8 Tips de Liderazgo Colaborativo

Las organizaciones de hoy en día existen en un ambiente cada vez más complejo y cambiante. Como resultado, los líderes tienen que confiar más que nunca en la inteligencia y el ingenio de su equipo. La colaboración no debe limitarse simplemente a “algo bueno que tener” en la filosofía de la organzación. Es un ingrediente esencial para la supervivencia y éxito de la misma.

Uno de los temas de habla más populares es «El Poder de Liderazgo Colaborativo». La popularidad del tema se debe a clientes corporativos que se dan cuenta que esa “Mentalidad de silo” y esas actitudes de acaparamiento del conocimiento están haciendo desperdiciar el poder mental colectivo que puede ahorrar billones a las  organizaciones actuales. O liderar a descubrir un revolucionario nuevo proceso o producto. O incluso, en el contexto económico que estamos viviendo, ayudar a mantener la compañía a flote cuando otras se están hundiendo.

Y no solamente son los objetivos organizacionales los que sufren cuando la colaboración es baja: la fuerza de trabajo pierde algo también: Los individuos pierden la oportunidad de trabajar en un ambiente inclusivo que energice al equipo, libere su creatividad y que hace que trabajar juntos sea gratificante.

A continuación 8 tips para construir la colaboración en tu equipo u organización:

1. Darse cuenta que los silos pueden matar tu negocio

La “Mentalidad de silo” es un estado mental presente cuando determinados departamentos o sectores no desean compartir información con otras personas de la misma empresa. Este tipo de mentalidad reduce la eficiencia en el funcionamiento de la organización, reduce la moral y puede contribuir a la desaparición de una cultura productiva de la empresa. “Silo” es un término comercial que ha sido muy discutido en los ultimos años. A diferencia de muchos otros términos de gestión que están de moda, este es un tema que no ha desaparecido. Los silos son vistos como un dolor cada vez mayor para las organizaciones de todos los tamaños. Dondequiera que existe una mentalidad de silo, la organización o el equipo se convierte en sinónimo de luchas de poder, falta de cooperación y pérdida de productividad.

2. Construye tu estrategia de colaboración en torno al «elemento humano»

Al tratar de capturar y comunicar la sabiduría acumulada en una fuerza de trabajo, los sectores público y privado han invertido cientos de millones de dólares en portales, software e intranets. Pero la colaboración es más que la tecnología que lo soporta, e incluso más que una estrategia empresarial orientada a la optimización de la experiencia y la pericia de una organización. La colaboración es, ante todo, un cambio de actitud y el comportamiento de la gente en toda la organización. La colaboración exitosa es un problema humano.

3. Utiliza la colaboración como una estrategia de cambio organizacional

Independientemente de lo creativo, inteligente y conocedor que un líder puede ser, él o ella no puede transformar una organización, un departamento o un equipo sin el poder del cerebro y el compromiso de los demás. Si el cambio implica la creación de nuevos productos, servicios, procesos – o una reinvención total de cómo la organización debe mirar, operar, y posicionarse para el futuro – el éxito requiere que los individuos afectados por el cambio estén involucrados desde el principio.

4. Visiona como un equipo de deporte

Los líderes más exitosos de hoy en día guían a sus organizaciones no a través de mando y control, sino a través de un propósito y visión compartida. Estos líderes adoptan y comunican una visión del futuro que impulsa a las personas más allá de las fronteras y los límites. Pero si la visión de futuro le pertenece sólo a la alta dirección nunca será un motivador eficaz para la gente. El poder de una visión viene realmente en juego sólo cuando los propios trabajadores han tenido algo que ver en su creación.

5. Utiliza la diversidad en la resolución de problemas

Los experimentos en la Universidad de Michigan encontraron que, cuando se enfrentan a un problema difícil, grupos compuestos por miembros muy adeptos se desempeñaron peor que los grupos cuyos miembros tenían diferentes niveles de habilidad y conocimiento. La razón de este resultado aparentemente extraño tiene que ver con el poder del pensamiento diverso. Los miembros del grupo que piensan igual o formados en disciplinas similares con bases similares de conocimiento corren el riesgo de convertirse insulares en sus ideas. La diversidad hace que la gente considere perspectivas y posibilidades que de otra manera serían ignorados.

6. Ayuda a las personas a desarrollar relaciones

El resultado de cualquier esfuerzo de colaboración depende de las relaciones personales bien desarrolladas entre los participantes. No permitir tiempo para esto puede ser un error costoso. Por ejemplo, con demasiada frecuencia, en el apuro por empezar a trabajar en un proyecto, los jefes de equipo les dicen «¡pongánse a trabajar!». Obtendrás mejores resultados si das tiempo a tu equipo (por adelantado) para llegar a conocerse unos a otros, para descubrir las fortalezas y debilidades de cada uno, para construir lazos personales, y para desarrollar un entendimiento común sobre el proyecto.

7. Coloca el foco en la construcción de la confianza

La confianza es la creencia o la seguridad de que una parte tiene la fiabilidad, la integridad y la honestidad de la otra parte. Es la expectativa de que la fe que una persona coloca en otra será honrada. También es el pegamento que mantiene unido a cualquier equipo. Una encuesta realizada a gerentes de nivel medio, en un intento de identificar el estado de la confianza y el intercambio de conocimientos en sus diversas organizaciones, arrojó resultados de una crisis de confianza: los empleados sospechosos y cínicos estaban poco dispuestos a colaborar, el intercambio de conocimientos sigue siendo percibido como una manera debilitamiento del personal. Los líderes demuestran su confianza en los empleados por la comunicación abierta, sincera y permanente que es la «base de poder» y fundamento de la colaboración.

8. Cuida tú lenguaje corporal

Para mostrar que eres receptivo a otras ideas de la gente, debes descruzar los brazos y las piernas. Coloca los pies apoyados en el suelo y haz uso de gestos palma abierta (que es una pantalla de lenguaje corporal invitando a otros en la conversación). Si quieres que la gente te de sus ideas, no hagas varias tareas mientras lo hacen. Evita la tentación de revisar tus mensajes de texto, ver el reloj, o echar un vistazo a cómo los demás participantes están reaccionando. En su lugar, centrate en aquellos que están hablando, girando tu cabeza y torso para enfrentarlos directamente y haciendo contacto visual. Inclinándote hacia adelante es otra manera no verbal para demostrar que estas comprometido y prestas atención, así como lo es la inclinación de la cabeza.

Ver artículo original publicado por Carol Kinsey en Forbes

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