Lo digital está trayendo consigo transformación en todas partes y sin precedentes: nuevas tecnologías y soluciones, más datos e información que nunca y nuevas empresas que ponen en jaque a sus competidores en muy poco tiempo.
Los clientes digitales también están madurando. Sus expectativas de servicio, velocidad y personalización han cambiado drásticamente en la última década.
Tener éxito en el mundo digital de hoy es un reto que no puede superarse solamente consumiendo más tecnología o haciendo un check list de las capacidades tecnológicas del negocio. Los ganadores en este terreno saben que el éxito también depende de las personas y su capacidad de adaptación, una buena planificación y de que su estrategia de innovación esté alineada con al crecimiento del negocio.
A continuación, algunas de las tendencias más relevantes de la trasformación digital:
1. La adaptabilidad del talento humano será más importante que nunca.
El cambio ocurrirá lo busquemos o no. Las organizaciones solo son exitosas cuando se adaptan a los cambios del mercado incorporando las nuevas tecnologías en la cultura y operaciones del negocio.
La trasformación digital no se trata solo de tecnología, sino de alinearla efectivamente con la gente y los procesos para llevar mejores productos y servicios al cliente.
2. La experiencia del usuario será clave.
Mejorar la experiencia del usuario es la meta de toda transformación digital. En los años venideros el cliente será más cuidadoso que nunca y simplemente descartará aquellas marcas que no están alineadas con sus valores o necesidades.
¿Cómo mantener al cliente comprometido con tu marca? Una experiencia de usuario excepcional es la respuesta. Cada momento de la verdad cuenta, y quienes están liderando la transformación digital, deben preguntarse cómo se puede mejorar esa experiencia en cada punto de contacto con el cliente.
Si estás interactuando con tu cliente en el mundo digital, las investigaciones iindican que cuentas con 50 milisegundos para causar una buena primera impresión.
3. La innovación deberá ocurrir rápidamente.
La innovación proactiva es una de las mejores maneras de mantenerse competitivo en un mercado en constante evolución. Para ello, es vital pasar de una cultura basada en el cuidado del riesgo, a una cultura enfocada en el cliente, que es capaz de administrar el riesgo y pasar de las ideas a la acción rápidamente (superando curvas de aprendizaje importantes y teniendo presente que equivocarse también es válido y sirve para capitalizar lecciones aprendidas).
4. La fuerza laboral estará en continuo movimiento
Los jóvenes profesionales (millenials) prefieren flexibilidad y autonomía por encima de la compensación. Los avances en tecnología permiten que los empleados puedan trabajar desde casa o cualquier parte del mundo. Así como también, los negocios pueden contratar a cualquier recurso en donde sea. Esto será un factor clave para la competitividad empresarial. Las empresas que activamente y de manera regular revalúan donde están sus recursos ubicados para agregar más valor, generan mayores ingresos a sus accionistas.
5. Big data y analytics.
En la era digital prácticamente todo puede ser medido. Los analytics le muestran al negocio cómo piensan sus clientes, lo que quieren y cómo son percibidos en el mercado. En los próximos años cada decisión podrá y deberá ser soportada por el uso de data.
Para las organizaciones, esto significa un nuevo modelo de gestión que implica, entre otras cosas:
- Una cultura de medición
- Cambiar el fundamento de la toma de decisiones en todos los niveles de la empresa
- Desarrollar un nuevo perfil gerencial
- Crear los espacios y los mecanismos para fomentar el control de gestión
- Educar al cliente
6. Muerte de los silos.
Ante las nuevas herramientas tecnológicas integradas, mayor cantidad de información disponible y nuevos paradigmas; las organizaciones que deseen tener éxito necesitan implementar una gestión por procesos.
Gestionar por procesos significa:
- Eliminar las barreras entre áreas
- Asignar responsabilidades por resultados
- Menos jerarquía y más liderazgo
- Agregar valor al cliente interno y externo
- Red colaborativa y participativa
- Cultura de mejoramiento continuo y satisfacción del cliente
La transformación digital no es una opción. Para ello es necesario crear organizaciones que puedan cambiar rápidamente no solo la tecnología, sino también su modus operandi y sobretodo la cultura organizacional.
El “lente digital” y las telecomunicaciones han cambiado nuestra realidad. Ahora percibimos y gestionamos nuestras actividades personales y profesionales de manera muy distinta.
Debemos ponernos en el lugar del cliente y entender con profundidad cómo la tecnología impacta su percepción y expectativas para ofrecer una propuesta de valor consistente.
El sexto continente es una realidad y nuestros clientes viven allí.
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