Atrapados en la era de la preocupación.
Vivimos tiempos turbulentos. Un vistazo a los principales titulares es suficiente para alterar a cualquiera. Peor aún, la evolución ha hecho que el ser humano esté alerta a los peligros potenciales del entorno como resultado al instinto de supervivencia. Esto ha apagado nuestra posibilidad de digerir y asimilar buenas noticias.
Sin duda, esto genera un reto a los líderes de las organizaciones, ya que el éxito de cualquier negocio dependería, en gran parte, de una serie de datos y estadísticas optimistas.
Todo depende del cristal por el cual se mire
En la actualidad el concepto de abundancia, de optimismo y de progreso podrían parecer lejos de nuestro alcance, no solo en Venezuela, sino en el resto del mundo. Sin embargo, un vistazo a la historia de la humanidad demuestra que el progreso continúa en las buenas y en las malas.
No hemos caído en cuenta de que estamos viviendo uno de los tiempos mas pacíficos de nuestra historia. Por ejemplo, nuestras posibilidades de morir a causa de la violencia han disminuido 500 veces desde la edad media, pero esa es una información que no obtendríamos de CNN.
Estamos claros que aún hay mucho por hacer en cuanto a la pobreza y calidad de vida en el mundo, sin embargo, estos estándares siguen mejorando independiente del pesimismo que vemos en los titulares.
¿Cómo es posible pensar en progreso y abundancia?
Para bien o para mal, nuestros días de aislamiento quedaron atrás. En la actualidad lo que «ocurra allá» genera un impacto «aquí». Las epidemias no respetan fronteras, las organizaciones terroristas operan en una escala global y la súper población mundial es un problema de todos.
En el mundo hiperconectado de hoy, solucionando problemas en algún lugar, se resuelven problemas en todas partes.
Más aun, la herramienta mas importante para enfrentar este gran reto es una mente apasionada y dedicada.
La humanidad esta entrando un periodo de transformaciones radicales en el cual la tecnología tiene el potencial de elevar significativamente los estándares básicos de vida de cualquier ser humano.
En una generación, estaremos en la capacidad de suministrar productos y servicios que anteriormente estaban reservados para los ricos, a cualquiera que los necesite.
Según Peter Diamandis, fundador de Singularity University “La abundancia no se trata de suministrar al mundo con una vida de lujos. Se trata más bien de dar a la gente una vida de posibilidades”.
Entonces, ¿cómo pueden los líderes de las organizaciones dar posibilidades desde su ámbito de acción?
1. Educando a su equipo en las capacidades que realmente necesitan:
Estamos educando a nuestros equipos con capacidades que no tendrán que utilizar e ignorando las que necesitan, como el pensamiento creativo y la curiosidad.
Debemos hacer énfasis en la capacidad de explorar y mejorar las habilidades de comunicación con nuestros grupos de interesados.
Más que enseñar a la gente a seguir instrucciones, debemos ayudarlos a descubrir la pasión por el trabajo.
2. Acelerando y mejorando la capacidad de tomar decisiones para innovar:
Debido al crecimiento exponencial de las tecnologías, ahora pequeños grupos están teniendo el poder que solo tenían en el pasado el gobierno y las grandes corporaciones. En la actualidad, la competencia no es multinacional: es la explosión de emprendedores empoderados.
Miremos el mercado: en la ultima década compañías billonarias como Kodak y BlockBuster colapsaron casi de un día para otro, mientras que compañías como YouTube pasaron de startup a ser comprada por Google por 1.65 billones de USD en tan solo 18 meses.
Instagram por ejemplo, en el 2012 con tan solo 13 empleados logró una capitalización de mercado de billón de dólares.
Históricamente el valor nunca ha sido creado tan rápido.
O innovas y generas disrupción, o desapareces.
3. Buscar aliados estratégicos.
La innovación no puede surgir de las paredes de tu organización. Hay que buscar fuera.
Muchas veces dentro de nuestras organizaciones no tenemos ni el conocimiento, ni los recursos ni el tiempo para invertir en innovación a la velocidad que se requiere.
Conclusión:
En la actualidad cualquiera de nosotros puede hacer una diferencia significativa en la calidad de vida del mundo. ¿Qué necesitamos? Liderazgo con propósito, comprometido y sin miedo a tomar riesgos.
El futuro nos está pidiendo que miremos más allá de nuestros problemas cotidianos y que hagamos de la innovación una prioridad.
No podemos seguir ahogados en un mar de operatividad y ver la innovación como un costo. El cambio es la única manera de avanzar y de agregar valor.