Estamos cerrando el 2014 y seguramente muchos de los gerentes, están dándole forma a la cartera de iniciativas y proyectos para el próximo año.
Tengo la sensación que el año 2014 paso muy rápido y no hace mucho estábamos celebrando la navidad 2013.
Sin duda los días siguen siendo de 24 horas, tan solo que los acontecimientos, los cambios económicos, sociales, políticos y tecnológicos se están dando a gran velocidad y son de múltiple naturaleza.
Planificar y alcanzar los objetivos, se vuelve todo un reto sobre todo cuando sabemos que surgirán en el camino muchos factores del entorno que pueden cambiar el curso de lo previsto.
Aunado a esto nos seguimos enfrentando a la dificultad para atraer y retener el talento adecuado, el incremento en los costos de operación, la competencia, los cambios en el gusto de los consumidores y la baja capacidad de las organizacionales para adaptarse rápidamente a los cambios.
Sin duda en Latinoamérica tenemos que considerar que cada país presenta su propio entorno y cada uno de estos factores puede presentarse en grados diferentes.
Lo que si considero es un aspecto en el que todos debemos hacer énfasis si queremos afrontar estos nuevos retos, es a través de fórmulas diferentes, innovando y creando soluciones que agreguen valor y que nos permitan solucionar los problemas de manera diferente.
Este año he notado una gran preocupación por la instauración de nuevos valores, entre ellos la innovación, no obstante las acciones que se están llevando adelante para que este valor se manifieste en la actitud diaria de nuestros colaboradores son realmente conservadoras.
Generar una cultura innovadora requiere más allá de definir el valor y comunicarlo masivamente. Requiere que el estilo del liderazgo, las diferentes políticas y sistemas de gestión de la organización se alineen, para estimular, educar y reconocer en los colaboradores esta actitud.
El jovencísimo y visionario empresario Pau García-Mila, director general de EyeOS, reconocido con el galardón ‘Innovador del Año’ en los premios TR35 Spain 2011, comentó: “La innovación comienza con resolver problemas cotidianos, hacer las cosas más sencillas y útiles para todos. Solo hay que tener ganas de lanzarse, probar, tener ideas, arriesgarse y no tener miedo. Te dirán mil o millones de veces que estás loco. Te criticarán. Si tu proyecto va mal, se reirán de ti. Pero tú serás lo suficientemente fuerte para tirar adelante y aprender a ignorarlos. Necesitas ganas, saber vender tu proyecto y creértelo. Así triunfarás seguro.”
Las preguntas que debemos hacernos son: ¿de qué manera estamos promoviendo la generación de ideas diferentes?, ¿estamos permitiendo que nuestros colaboradores se arriesguen?, ¿qué herramientas estamos colocando a su disposición?, ¿le estamos dando el tiempo para pensar?, ¿aceptamos el fracaso?, ¿estimulamos el intercambio colectivo del conocimiento?
La innovación es un proceso colaborativo no es el resultado de un genio que trabaja solo, es un proceso de ensayo y error en la búsqueda de una solución diferente.
Las organizaciones son uno de los “viveros” más adecuados para estimular la cultura innovadora, por la concentración de conocimiento y experticias, debemos aprovechar la potencialidad que existe, romper el estatus quo, sacudir y retarnos todos los días para poder evolucionar.
Quisiera finalizar citando a uno de los personajes más innovadores de la historia:
“Porque quienes están suficientemente locos para pensar que pueden cambiar el mundo son los que lo hacen”
Steve Jobs